Estos 21 días de sanación son un período de autorreflexión, autocuidado y práctica constante de Reiki con el propósito de limpiar y equilibrar la energía del practicante y profundizar su conexión con la energía universal.
Durante estos 21 días, los practicantes de Reiki suelen hacer lo siguiente:
1. Dedican tiempo cada día para realizar un autotratamiento de Reiki, lo que implica colocar sus manos en diferentes posiciones sobre su propio cuerpo y permitir que la energía fluya a través de ellos para equilibrar y armonizar su energía vital.
2. Se toman tiempo para meditar, reflexionar y llevar un diario sobre sus experiencias. Esto puede incluir observar cambios en su estado emocional, físico o mental a medida que avanzan los 21 días.
3. Algunos practicantes también pueden prestar atención a su dieta y estilo de vida durante este período, buscando mantener un equilibrio saludable para apoyar la sanación y la purificación.
4. Es importante descansar y relajarse durante este período para permitir que la energía de sanación de Reiki haga su trabajo. El estrés y la tensión pueden obstaculizar el proceso de sanación.
5. Se alienta a los practicantes a cuidar de sí mismos y prestar atención a sus necesidades físicas y emocionales durante este tiempo.
6. El maestro debe estar a disposición de cualquier practicante que desee comunicarle sus inquietudes o dudas durante este proceso.
Es importante tener en cuenta que no todos los practicantes de Reiki siguen este proceso de 21 días de la misma manera, y algunas personas pueden optar por seguirlo o no. No hay una regla estricta sobre cómo deben ser estos 21 días, ya que la práctica de Reiki es altamente personal y puede variar de una persona a otra.
El propósito principal de los 21 días de sanación Reiki es profundizar la conexión del practicante con la energía de Reiki, fomentar la autorreflexión y el autocuidado, y apoyar el proceso de sanación personal y el crecimiento espiritual.
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